La ligereza flotante del diseño se logra a través de su asiento en forma de ala y respaldo curvo sostenido por un marco con tres patas arqueadas. El asiento y el respaldo característicos de la silla se crean a partir de una chapa tapizada y prensada que acuna al usuario con generosa comodidad. Las patas laminadas de la silla están hechas de varias capas de chapa, y las dos patas delanteras están hechas de un solo elemento, lo que da como resultado una forma única y estable.
La silla Shell es una clara manifestación de la creencia de Wegner de que una silla siempre debe ser cómoda, sin respaldo y debe ser hermosa desde todos los lados y ángulos.